La mayoría de los archivos comprimidos se encuentran en formato zip, que consiste en compactar los datos para que ocupen menos y se reduzca el tiempo de transmisión por la Red. Eso te obliga a que, al recibir el archivo en tu ordenador, tengas que descomprimirlo con alguna utilidad al efecto. Windows XP ya dispone de su propio descompresor de archivos, pero si tienes otro sistema operativo distinto, aquí dispones de
una versión de Winzip, que es la de mayor difusión, para que la puedas instalar en tu ordenador.
Instalar WinZip
La instalación se limita prácticamente a aceptar la licencia e ir pasando las pantallas del asistente con las opciones que se muestran en las imágenes siguientes
Descomprimir
Si en algún momento tienes que descomprimir un archivo, bastará con hacer doble clic sobre él para que se abra automáticamente WinZip. Si durante la instalación hemos optado por la opción de que WinZip arranque en modo Wizard, el proceso de descompresión será muy sencillo:
Cuando WinZip detecta la existencia de archivos ejecutables, nos avisa de que puede ser peligroso. Si sabes que se trata de un archivo fiable, aceptas y continúas:
Al utilizar el asistente, si no variamos las opciones siempre encontraremos los archivos descomprimidos en la ruta C:\unzipped\nombre_del_archivo_que descomprimimos, lo cual es muy cómodo para localizarlos posteriormente.
Al finalizar nos mostrará la carpeta que acaba de crear y ya podrás utilizar los archivos descomprimidos que hay en ella.
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