103 - EL ZORRO Y LA CIGÜEÑA
EL ZORRO Y
Un
día, el zorro invitó a la cigüeña a comer un rico almuerzo. El zorrito tramposo
sirvió la sopa en unos platos chatos, chatísimos, y de unos pocos lengüetazos
terminó su comida.
A
la cigüeña se le hacía agua el pico, pero como el plato era chato, chatísimo, y
su pico era largo, larguísimo , no consiguió tomar ni un traguito.
-
¿No le ha gustado el almuerzo, señora cigüeña? -le preguntó el zorro
relamiéndose.
-
Todo estuvo muy rico -dijo ella-. Ahora quiero invitarlo yo. Mañana lo espero a
comer en mi casa.
Al
día siguiente, la cigüeña sirvió la comida en unos botellones altos, de cuello
muy estrecho. Tan estrecho que el zorro no pudo meter dentro ni la puntita del
hocico.
La
cigüeña, en cambio, metió en el botellón su pico largo, larguísimo, y comió
hasta el último bocado. Después, mirando al zorro, que estaba muerto de hambre,
le dijo riendo:
- Por lo visto, señor zorro, le ha gustado mi comida tanto como a mí me gustó
la suya.
El
zorro se fue sin chistar, con la cola entre las piernas. El tramposo no puede
protestar cuando le devuelven su trampita.
Jean de
- Que había bebido mucha agua | |
- Que había tomado sopa | |
- Que el caldo le había gustado | |
- Que tenía mucha gana de comer |
- Planos | |
- Grandes | |
- Pequeños | |
- Sin nariz |
3.- ¿A qué invitó el zorro a la
cigüeña?
4.- ¿De
qué animales habla el cuento?
- Reír | |
- Fingir | |
- Llorar | |
- Criticar |
6.- ¿Has oído alguna vez el dicho:
“pagar con la misma moneda? ¿Qué quiere decir?
Explícalo
7.- ¿Qué
quiere decir: “El tramposo no puede protestar cuando le devuelven su trampita”?