La sabiduría de Salomón |
Dos mujeres comparecieron ante el rey Salomón con dos bebés, uno muerto y otro vivo. Ambas mujeres afirmaban que el niño vivo les pertenecía, y decían que el muerto pertenecía a la otra. Una de ellas declaró:
-Oh señor, ambas dormíamos con nuestros hijos en cama. Y esta mujer, en su sueño, se acostó sobre su hijo, y él murió. Luego puso su hijo muerto junto al mío mientras yo dormía, y me quitó el mío. Por la mañana vi que no era mi hijo, pero ella alega que éste es mío, y que el niño vivo es de ella. Ahora, oh rey, ordena a esta mujer que me devuelva mi hijo.
La otra mujer declaró:
-Eso no es verdad. El niño muerto le pertenece, y el niño vivo es mío, pero ella trata de arrebatármelo.
El joven rey escuchó a ambas mujeres. Al fin dijo:
-Traedme una espada.
Le trajeron una espada, y Salomón dijo:
-Empuña esta espada, corta al niño vivo en dos y dale una mitad a cada una.
Entonces una de las mujeres exclamó:
-Oh mi señor, no mates a mi hijo. Que la otra mujer se lo lleve, pero déjalo vivir.
Pero la otra mujer dijo:
-No, corta al niño en dos, y divídelo entre ambas.
Entonces Salomón declaró:
-Entregad el niño a la mujer que se opuso a que lo mataran, pues ella es la verdadera madre.
Y el pueblo se maravilló de la sabiduría de ese rey tan joven, y vio que Dios le había dado discernimiento.
La Biblia
Instrucciones: Pulsa uno de los botones con las letras a, b y c. La letra acertada se pone de color rojo (con Internet Explorer).
®Arturo Ramo García.-Registro de Propiedad Intelectual
de Teruel nº 141, de 29-IX-1999
Plaza Playa de Aro, 3, 1º DO 44002-TERUEL