El estado español es una monarquía
parlamentaria.
Monarquía quiere decir que el jefe del Estado es el rey. Por eso
decimos que España es un reino. Desde 1975 el rey de
España es Juan Carlos I. Es el jefe del ejército y el
máximo representante de nuestro país en el exterior.
La monarquía española es parlamentaria, es decir, el
poder reside en el pueblo, que lo ejerce a través de sus
representantes en el Parlamento. Por tanto, es el Parlamento quien
dirige la política española. El Parlamento español
recibe el nombre de Cortes Generales. Las Cortes son elegidas por los
votos de los ciudadanos y, por eso, nuestro sistema político es
democrático.
Para organizar el funcionamiento de nuestro país, el estado
ejerce tres importantes poderes:
El
poder legislativo:
encargado de hacer las leyes. Son las Cortes Generales las que tienen
este poder. Las Cortes están formadas por el Congreso de los
Diputados y el Senado. Los diputados y los senadores son elegidos por
los ciudadanos en las elecciones generales, que se celebran cada cuatro
años.
El poder ejecutivo:
encargado de gobernar, es decir, poner las leyes en práctica. Es
el Gobierno el que posee este poder. También se ocupa de dirigir
los asuntos públicos (educación, sanidad, etc). El
gobierno está formado por:
El
Presidente, que es elegido por las Cortes y nombrado por el rey.
Los
ministros, nombrados por el Presidente, se ocupan cada uno de un
área (ministro de Educación y Cultura, ministro de
Sanidad...).
El Gobierno toma sus decisiones en una reunión semanal llamada
Consejo de Ministros.
El poder judicial:
encargado de juzgar si las leyes se cumplen o no y aplicar sanciones
cuando sea necesario. Está formado por los jueces y magistrados.
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