Érase una vez un camello llamado Jorobitas. Jorobitas se sentía muy desgraciado con sus dos jorobas y lloraba porque quería ser caballo. Lloraba tanto que sus lágrimas eran como la lluvia que lo riega todo. Un día apareció una estrella en el cielo y Jorobitas vio a tres hombres con corona. Eran los Reyes Magos que llegaban a caballo. Los Reyes vieron a Jorobitas y a ellos no les pareció feo, aunque tuviera dos jorobas. Al contrario, les gustó aquel animal tan original y resistente y cambiaron sus caballos por camellos. Jorobitas fue uno de ellos y se sintió muy feliz.