Sentados todos en círculo se imaginan que se nubla el cielo y comienza
a llover.
Madre grita : "una gota" y los niños dan una palmada
"Dos gotas, dos palmadas", "tres gotas, tres palmadas"...
al llegar a diez comienza la tormenta y ya no se dan más palmadas,
sino que se levantan rápido y se desplazan a otra zona de juego,
donde terminará la tormenta.
Ahora los niños hacen el juego a la inversa hasta que se produce
la calma de nuevo.