Se practica este juego en una zona llana. Se forma un corro entre todos los jugadores, que podrán ser tan numerosos como se quiera. Se eligen tres papeles dentro del juego: la madre, el verdugo y el fugitivo. El resto de los jugadores se distribuyen en círculo, formando un corro y por parejas, uno detrás del otro y de pie.
Material:
Un pañuelo
Juego:
El árbitro se coloca siguiendo el juego y el verdugo y el fugitivo quedan libres. El fugitivo corre en sentido inverso al de las agujas del reloj, mientras el verdugo le persigue para azotarle en el culo con el nudo del pañuelo hecho en una esquina. Para liberarse del verdugo, el fugitivo puede pararse delante de cualquier pareja de las que forman los pilares. Inmediatamente, el jugador exterior de esa pareja pasará a ser el nuevo fugitivo.
Cuando el verdugo lo considere oportuno también puede intercambiar su papel dejando el pañuelo, sin que el fugitivo se dé cuenta, al lado de cualquier jugador con idea de engañarlo. Después dará la vuelta entera hasta ocupar el puesto del pilar que le sustituye.
La madre controlará que el juego se desarrolle correctamente. Llamará la atención a los jugadores que golpeen con el pañuelo en cualquier otra zona del cuerpo que no sea la espalda de los compañeros y cuando considere oportuno, puede provocar cambios en el sentido de la carrera.
Si el número de jugadores es pequeño se podrán forma pilares de un solo jugador, y si es muy grande, se podrán formar pilares de hasta tres jugadores o también se puede aumentar el número de parejas, siempre que el espacio lo permita. Otra variante podrá ser que se elijan dos verdugos y dos fugitivos, con lo que si se llegan a cruzar, los perseguidos se pueden encontrar con otro verdugo, que podrá cambiar de perseguido.