El oído se halla siempre implicado en cualquier actividad de música viva (para cantar, para tocar, danzar...). Por eso, la educación auditiva es un aspecto básico de la educación musical en los niños. Dos aspectos prevalecen durante todas las clases, indistintamente de las actividades que se estén realizando, y son el estímulo de la atención y el desarrollo de la agudeza auditiva.
Hay que tener presente que la audición es una parte fundamental en la adquisición de conocimientos, del aprendizaje de la lengua, de la lectura... de manera que la sensibilización del niño hacia todo aquello que oye, facilitará el aprendizaje de un buen número de materias.
La audición musical debe ser una práctica y proceso continuado, que debe dar comienzo desde edades muy tempranas, a través de ejercicios sensoriales, que tengan en muchos casos una respuesta motriz al estímulo sonoro: danza espontánea, llevar el ritmo, acompañar la melodía con sencillos dibujos...
LA MÚSICA ES UN ARTE TEMPORAL
La música está condicionada por el factor tiempo. Hay que ir desarrollando la capacidad de apreciar en su conjunto un arte que se desliza en el tiempo, y que se ofrece al oído de manera instantánea y fugaz.
Se distinguen tres actitudes de escucha:
Escucha de carácter sensorial: es de carácter motriz en respuesta al estímulo sonoro.
Escucha de carácter afectiva: el oyente proyecta en la música sus propios estados anímicos.
Escucha de escucha analítica: se realiza un análisis detallado de los elementos de la pieza que se escucha.
Durante la educación primaria las tres modalidades de escucha se darán constantemente en cualquier actividad de la clase de música, aunque no simultáneamente. Esto ocurrirá cuando la actividad esté dedicada a la audición de una obra musical.
ACTIVIDADES TIPO
A continuación se señalan diversas actividades que se pueden realizar mientras se escucha una obra musical.
Audiciones con movimiento libre
Acompañar la audición con ostinatos rítmicos
Acompañar la audición tarareando la melodía previamente aprendida con una canción.
Reconocer esquemas rítmicos trabajados previamente en una audición
Realización de musicogramas
Reconocer obras musicales tocadas por otros instrumentos
Trabajar los instrumentos musicales a través de audiciones
Trabajar danzas sencillas para acompañar la audición
Trabajar los parámetros de la música a través de audiciones.
Trabajar la forma musical a través de audiciones.
Trabajar la música de otros países.
Trabajar la música a lo largo de la historia
Los jóvenes de hoy se encuentran muy enfocados a todas aquellas músicas que reciben a través de los medios de comunicación, sobre todo audio-visuales. Estas se suelen caracterizar por la monotonía rítmica y el elevado volumen en la interpretación. Por otro lado, se presentan los artistas de moda como los ídolos y estrellas de esta música. De forma que los niños desde edades muy tempranas se van cerrando a escuchar tan solo estas músicas, menospreciando cualquier otro tipo de manifestación musical. Es por eso, que la escuela, se convierte en uno de los medios de apertura que puede contrarrestar este entorno, de manera que los niños puedan conocer otras opciones musicales, al mismo tiempo que se cultive una sensibilidad y un respeto por cualquier tipo de música.