usa gafas de su abuela
porque desde allá arribota
no ve ni hache ni jota.
Creyó que un enorme
pino
era un jirafo muy fino
que le iba a hacer la corte;
¡vaya corte!
Que un erizo con un año
era una esponja de baño
y se lavó en bañador;
¡qué dolor!
Que la serpiente Consuelo
era un lazo para el pelo
y la llevó en la cabeza;
¡qué belleza!
Que un avestruz con sombrero
era un hermoso florero
y lo colocó de adorno;
¡qué trastorno!
Y que era Alejo el Cangrejo
un despertador muy viejo
que atrasaba con frecuencia;
¡qué paciencia!
La jirafa Rafaela
usa gafas de su abuela
porque desde allá arribota
no ve ni hache ni jota.
Carmen Gil