A  MARIO  CIMARRO

 

 

De tu boca salió un beso

 Y  después una sonrisa,

tus labios son fruta fresca,

 tus dientes perlas muy finas.

Esos gestos tan sencillos

denotan pura alegría

que ensancha los carazones,

 yo sin tí no sé que haría.

 No dejes de sonreir,

es un regalo tan bello

que ennoblece la mirada

 que en mi corazón encierro.

Cuando yo quiera evocarte

 cerrando los ojos miro

 dentro de mi corazón

donde tú estás escondido.

 

 

Mª Lourdes García Jiménez

16/05/2011