Confesión de amor
Quiero decirte, mi amor,
que jamás podré olvidar
lo que contigo he vivido
y lo que está por llegar.
Arrebujada en tu cuerpo,
mi cara contra tu pecho,
confundidos en abrazo
largo, puro y sin tiempo.
No hubo mejor lugar
para curar mis heridas,
que beber de tu fuente
de amor, que me dio la vida.
Me pareció que era un sueño,
aún así nada importaba,
me apreté más a tu cuerpo,
no fuera que te escaparas.
Tu me distes y yo te di
y juntos los dos bebimos
de ese hermoso nacimiento
de amistad, amor y cariño.
¿Como pude yo vivir
sola, triste, destrozada,
estando tú en la ciudad
tras la esquina y la fachada?.
Ahora que te he tenido,
ahora que ya te tengo,
jamás será nada igual,
nada encontraré en el tiempo.
No puedo sustituir
el amor que ya te tengo,
que me tiene alucinada,
sumida en eterno sueño.
Gracias divino tesoro
por ser...como tú eres,
por mirar como tú miras
y por sentir lo que sientes.
Ma. Lourdes García Jiménez
Octubre 1990
http://www.cayomecenas.com/mecenas81.htm
10-11-99