El amor se fue
El amor se me fue un día y me dejó un gran vacío, ocurrió más de una vez, espero haber aprendido. Perdoné porque te amaba con la misma intensidad que una ola rompe en la arena un día de tempestad. Me esforcé en mantenerlo arriesgando mi futuro, ni en sueños hubiera pensado un golpe bajo tan duro.
Ha ocultado lo mejor ese dolor fue tan intenso dejando solo, en mi alma, basura que huele a muerto. Forjé una vida a tu lado, fueron solo mis anhelos, tus ansias de libertad dieron mil palos de ciego. Como a los niños pequeños se les fuerza a caminar, así te llevé de la mano, sin poner pies en el suelo. Tus horizontes medían lo que mide un pensamiento, que fluye como burbuja y se diluye en el viento. No se de qué me sirvió haberte querido tanto, nunca fui correspondida, vivías siempre de prestado. No supiste comprender lo que te aguardaba en casa, tus hijos y una mujer que todo lo perdonaba. Siempre fui muy recelosa de lo que por mí sentías, demostraste pocas veces lo que para ti valía. Todo me lleva a pensar que tu nunca me has querido, mi mirada se posó en hombre no merecido. Morir con la tristeza de haber perdido mi tiempo, eso es lo que más me duele, de lo demás no me acuerdo. Nunca traté de cambiarte, querías vivir el momento sin futuro ni horizonte, volando en el universo. Porque volabas bajito sin poner pies en la tierra, no guardo rencor ni odio, ¡me debes una respuesta!.
M ª Lourdes García Jiménez Agosto 1990
|