Se cansa el alma que suspira

esperando al ser amado.

el tiempo se burla del que sueña

impaciente y desesperado.

Que gire y gire la rueda,

que gire y vaya avanzando,

¡no te pares!, ¡no te pares!

¡mi alma sigue esperando!.

Paseo va...paseo viene

pero ¿por qué tarda tanto?,

no comprende que yo sufro

y desespero, esperando.

Tengo ya mi planning hecho

de qué hacer cuando lo vea,

yo me arrojaré a sus brazos,

le besaré donde pueda.

Sentiré su fuerte abrazo,

me acurrucaré en su cuerpo,

no moriré suspirando.

me fundiré con su aliento.

Ya puede detenerse el tiempo,

que el mundo desaparezca,

la mirada entrelazada

diciéndonos mil lindezas.

¡Yo te quiero! ¡yo te amo!

mi cielo ¿como te encuentras?

me gusta mirar tu cara,

me muero cuando me besas.

El corazón al galope,

el deseo contenido

y cogidos de la mano

pasear por cualquier sitio.

Saciando nuestros anhelos,

sintiendo nuestro calor

y el deseo incontenible

de disfrutar nuestro amor.

¡No te pares! ¡no te pares!

sigue girando la rueda,

pero mi amor no aparece,

sigo sola, aunque me duela.

 

Mª Lourdes García Jiménez

Febrero 1990