Si tuviera veinte años

 

 

Si tuviera veinte años,

la inocencia guardaría

el placer y la ilusión

por lo bello de la vida.

Si tuviera veinte años,

mi corazón estaría

entero e ilusionado

sin temor a los engaños.

  Si tuviera veinte años,

el alma rezumaría

de amor y felicidad,

   confianza y osadía.

 Si  tuviera veinte años,

 la fuerza me envolvería

y el dolor... no cabría

 dentro de mi corazón.

     

Si tuviera veinte años,

el mundo se ensancharía

y conmigo no podrían

 los sueños y fantasías.

Si tuviera veinte años,

dejaría la puerta abierta

a ese amor maravilloso

que en mi corazón crecía.

   

Si tuviera veinte años,

no tendría este bagaje

de vivencias dolorosas

  de fantasmas y de miedos.

   

Ya no tengo veinte años

y mis negros pensamientos

aturden mi corazón

atenazándome el pecho.

   

Ya no tengo veinte años

y siento la soledad,

la falta de entendimiento,

el vacío y la tristeza.

   

Ya no tengo veinte años

y me pesan los quebrantos,

la mirada siempre baja,

el dolor agazapado.

   

Ya no tengo veinte años,

la puerta sigue cerrada,

soy cobarde y no levanto

el paso en la caminata.

 

Mª Lourdes García Jiménez

Agosto  2002