El intercambio
El Nuevo y el Viejo Mundo supieron beneficiarse del intercambio. América aportaba a Europa sus grandes recursos y a cambio aprovechaba la tecnología que le ofrecía Europa, los inventos, la experiencia en agricultura, el comercio, la industria o la minería.
La tierra donde habían llegado era fértil y rica y había perlas, oro, plata y piedras preciosas.
Desde Europa llegaron a América animales que hasta entonces allí no había como el cerdo, el caballo, la vaca, el burro y la oveja. Con ellos se hacía lana, piel, o se extraía carne para alimento. Surgían nuevas posibilidades de ganadería para los nativos.
A Europa le regaló América sus alimentos tan valiosos como la patata o el chocolate llamado por los aztecas chocahuatl. Nuevos vegetales cambiaron los hábitos alimenticios de medio mundo. Y así todo cambiaba en el planeta.
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