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Sierra Nevada. En el Parque Nacional de Sierra Nevada, que ocupa una extensión de 86.208 hectáreas, encontramos los picos más altos de toda la Península Ibérica, el Mulhacén (3.482 m) y el Veleta (3.392 m); la nieve se mantiene en estas cumbres durante gran parte del año, constituyendo una importante reserva hídrica.

 

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Laguna de la Caldera. Paisaje de alta montaña en el Parque Nacional de Sierra Nevada. La zona de las altas cumbres registra una acusada erosión debida a la nieve y los fríos vientos de alta montaña; allí, ocupando las depresiones, encontramos lagunas de origen glaciar, como la de La Caldera, elementos singulares del espectacular paisaje de Sierra Nevada.

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Altas Cumbres de Sierra Nevada. La erosión glaciar da origen al característico paisaje de alta montaña, con crestas y picos que, después del deshielo, presenta la roca desnuda de quebrado relieve, evidenciando que las especies animales y vegetales que se adaptan a este espacio requieren una alta especialización.

 

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Estrella de las Nieves. En la alta montaña del Parque Nacional de Sierra Nevada encontramos un ecosistema único, con más de medio centenar de especies vegetales adaptadas a las exclusivas características bioclimáticas de este entorno, entre ellas destaca por su singularidad la estrella de las nieves.

 

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Águila real. La altas cumbres de Sierra Nevada son el dominio del águila real, que podemos encontrar entre las más de 60 especies de aves que se localizan en el Parque Nacional de Sierra Nevada.

 

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Capileira (Granada). El municipio de Capileira forma parte de la Alpujarra granadina y se localiza en la vertiente sur de Sierra Nevada, en las laderas del profundo valle que forma el río Poqueira en su descenso rápido desde las altas cumbres donde tiene su nacimiento y, junto con otros 59 municipios de las provincias de Almería y Granada, integran el Parque Natural de Sierra Nevada.

 

Sierra de la Sagra. El macizo montañoso de La Sagra, al noreste de la provincia de Granada y relativamente aislado de las próximas sierras circundantes, alcanza su techo en el pico de La Sagra, 2.381 metros de altitud, que permanece nevado durante gran parte del invierno; en altitudes inferiores se encuentran espesas formaciones de coníferas de alta montaña.

 

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Sierra de Castril. En la alta montaña de la Sierra de Castril destaca, entre otros ejemplares, el pino salgareño o pino laricio que es de nuestras especies autóctonas la conífera que más talla puede alcanzar, llegando en esta sierra a alturas de hasta 40 metros; muy apreciado por su madera, ha sido objeto de una excesiva explotación. En su entorno conviven sabinas y enebros, que igualmente se adaptan bien a las bajas temperaturas invernales.

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Sierra de Castril. Pastizales de alta montaña en un bujeo producido por el deshielo de primavera. En este entorno conviven piornales y enebros rastreros, especies vegetales bien adaptadas a las bajas temperaturas invernales de las cumbres serranas.

 

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Sierra de Castril. En las zonas de alta montaña, el desarrollo de la vegetación depende en gran medida de las bajas temperaturas invernales. En las cumbres de mayor altura, correspondientes al piso oromediterráneo, como éstas de la Sierra de Castril, el bosque se ve sustituido por pastizales y matorrales rastreros mejor adaptados a las duras condiciones climáticas de estos ecosistemas.

 

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Sierra de Castril. La abrupta topografía de las zonas de alta montaña, con fuertes pendientes y laderas muy erosionadas por las escorrentías del deshielo y la lluvia, determina el tipo de vegetación y la fauna de este ecosistema. En la imagen pueden apreciarse altas cumbres de la Sierra de Castril, donde el pino salgareño va dejando paso, en la medida en que ascendemos, a la sabina rastrera y otros arbustos mejor adaptados al suelo y la climatología.

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Sierra de Castril. El río en la alta montaña se caracteriza por el curso rápido de sus aguas, obligadas al permanente salto entre los distintos niveles de la pendiente por la que discurre. Así ocurre en el primer tramo del río Castril, en la imagen, que, desde su nacimiento hasta alcanzar el profundo valle que luego lo acoge, se quiebra en rápido descenso por estrechas gargantas creando un paisaje de gran belleza.

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Sierra de Tejeda y Almijara. En las escarpadas cumbres de las sierras de Tejeda y Almijara, domina la roca desnuda o cubierta de nieve durante el largo invierno; en escalones más bajos, entre 800 y 2.000 metros, aparecen formaciones de pino negro mediterráneo, bien adaptado a las condiciones climáticas de la alta montaña, con nieve abundante y fuertes vientos, siendo un eficaz protector frente a la erosión y las frecuentes avalanchas; se localizan en laderas de gran pendiente y poco accesibles.

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Sierra de Alhama, Tejeda y Almijara. El impresionante macizo montañoso del Parque Natural de las Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara, tiene también un gran valor paisajístico, tanto en invierno, que se presenta muchas veces cubierto por un espectacular manto nevado, como en las otras estaciones del año, cuando puede apreciarse en todo su esplendor las masas boscosas de pinos negros mediterráneos y negrales.

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Sierra de Alhama, Tejeda y Almijara. El paisaje de la alta montaña se muestra en imágenes, como ésta del Parque Natural de las Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara, donde dominan las agudas crestas, empinadas laderas y profundos barrancos, y asociada a esta característica geomorfología una determinada vegetación, donde dominan los arbustos rastreros (sabinas, enebros, piornos y distintas especies espinosas) junto con plantas herbáceas de pequeño porte, principal sustento de una importante población de cabra montés; también es de destacar en estos altos roquedos su avifauna, contando con la presencia de grandes águilas y otras aves de montaña.

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Sierras de Tejeda y Almijara. Las Sierras Tejeda y Almijara establecen la frontera natural entre el sur de las provincias de Granada y Málaga. Impresionante conglomerado montañoso con elevadas altitudes, como el Pico Maroma que supera los 2.000 metros, presenta una gran diversidad de flora; en la alta montaña destacan las formaciones boscosas de coníferas, y entre ellas el pino negro mediterráneo y el pino laricio.

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Sierra de Alhama, Tejeda y Almijara. El Parque Natural de las Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara, con una superficie total de 40.600 has, abarca 8 municipios de la provincia de Málaga (Alcaucín, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Cómpeta, Frigiliana, Nerja, Salares y Sedella) y 4 municipios de la de Granada (Alhama de Granada, Arenas del Rey, Jayena y Otívar).

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Sierra de las Nieves. El Parque Natural de la Sierra de las Nieves, que comprende los municipios malagueños de El Burgo, Istán, Monda, Parauta, Ronda, Tolox y Yunquera, es una zona fronteriza entre la influencia atlántica y la mediterránea. En la alta montaña es frecuente el dominio de las nieves invernales y en ella se dan el quejigo y el pinsapo, una variedad botánica exclusiva de la alta montaña de las provincias de Cádiz y Málaga.

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El Burgo (Málaga). Al fondo Sierra Prieta. En el límite oriental de la Serranía de Ronda, en las estribaciones del Parque Natural de la Sierra de las Nieves y en término municipal de El Burgo (Málaga), se encuentra Sierra Prieta que participa del paisaje blanco de alta montaña, frecuente en los inviernos de estas sierras.

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Parapente en la Sierra de Gádor (Almería). La Sierra de Gádor, al sureste de Sierra Nevada, forma parte de La Alpujarra almeriense, con alturas considerables, como el pico Morrón (2.240 m), y se ha convertido en lugar de cita internacional de quienes practican este tipo de deportes, siendo un lugar destacado Pecho Cuchillo, cima de 1.953 metros de altitud. Otra forma de disfrutar de los magníficos paisajes que ofrecen estos entornos.