Figura retórica que consiste en la repetición de los mismos sonidos (fonemas) en una misma frase o verso para producir un efecto de musicalidad y sonoridad.
«En el silencio sólo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba». Garcilaso
«El ruido con que rueda la ronca tempestad». Zorrilla
«Oye el sórdido son de la resaca, infame turba de nocturnas aves». Góngora
«...un no sé qué que queda balbuciendo». San Juan de la Cruz
«Franco, fiero, fiel, sin saña». José Martí
«Ay, si las palabras fuesen solo un suave sonido...». Vicente Aleixandre
«...Y es el mágico pájaro regio que al morir rima el alma en un canto». Rubén Darío
«Ya se oyen los claros clarines». Rubén Darío
«Los suspiros se escapan de su boca de fresa». Rubén Darío
En los trabalenguas también se recurre frecuentemente a la aliteración, repitiendo sílabas o palabras:
- Donde digo digo no digo
digo, sino que digo Diego.
- El que poco coco come, poco coco
compra; el que poca capa se tapa, poca
capa se compra. Como yo, poco coco como, poco coco compro, y como poca capa me tapo, poca
capa me compro.
- Cuca, cuca, cucaracha. Cuca, cuca, ¿dónde vas? Voy buscando a
Nico, Nico, a mi amigo Nicolás. Cuca, cuca, cucaracha. En mi casa no entrarás, porque pasas mucho tiempo entre sucia suciedad.
- Si yo como como como, y tú comes como comes. ¿Cómo comes como como? Si yo como como como.
- El vino vino, pero el vino no vino vino. El vino vino vinagre.
También en los juegos con palabras polisémicas:
Nosotros hemos creado estas frases repitiendo sonidos:
- Cantan y tocan cancán cantantes ambulantes.
- La abuela cantaba una nana napolitana.
- Pablo compra dos adosados a doscientos millones cada uno.
- ¡De qué hablas Blas!, ¿blasfemas?
Otros ejemplos (entre paréntesis figura el nombre del autor):