Figura de dicción que consiste en la repetición intencionada de una palabra o grupo de palabras al comienzo de una frase o verso para enfatizar mediante esa repetición.
Germán Berdiales
Tipi tape, tipi tape,
tipi tape, tipitón,
tipi tape, zapa, zapa,
zapatero remendón.
Tipi tape, todo el día,
todo el año tipitón;
tipi tape, macha, macha,
machacando en tu rincón.
Tipi tape, en tu banqueta,
tipi tape, tipitón,
tipitón con tu martillo,
macha, macha, machacón.
¡Ay tus suelas!, zapa, zapa,
zapatero remendón,
¡ay tus suelas!, tipi, tape,
duran menos que el cartón.
Tipi tape, tipi tape,
tipi tape, tipitón...
(Quevedo ridiculiza la enorme nariz de Góngora)
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto;
las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
Rafael Alberti
Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.
Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.
Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.
Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.
Temprano levantó la muerte el vuelo;
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatada,
no perdono a la tierra ni a la nada.
Miguel Hernández
Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbo.
Menos tu vientre
todo inseguro,
todo postrero
polvo sin mundo.
Menos tu vientre
todo es oscuro,
menos tu vientre
claro y profundo.
Miguel Hernández
Salid fuera sin duelo,
salid sin duelo, lágrimas corriendo.
Garcilaso de la Vega
Dejé por ti mis bosques...
Dejé un temblor, dejé una sacudida.
Dejé mi sombra...
Dejé palomas tristes junto a un río.
Dejé de oler el mar, dejé de verte.
Blas de Otero
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza;
sueña el que afana y pretende.
Calderón de la Barca
Verde nativo,
verde de yerba que sueña
verde sencillo
verde de conciencia humana.
Miguel de Unamuno
Hora de ocaso y de discreto beso;
hora crepuscular y de retiro;
hora de madrigal y de embeleso.
Rubén Darío