«A fin de cuentas todo es un chiste»
Charles Chaplin, «Charlot»
-¿Cómo se llaman tus niñas?
- La mayor Cuétara y la pequeña Fontaneda,... ¿y la tuya?
- María.
- ¡Huy, si le has puesto nombre de galleta!
- No sabía que Albert Einstein era tan feo.
- Pues si vieras a su hermano Frank...
- ¿Por qué llaman al jefe «El Yeti»?
- Porque es el abominable hombre de las nueve.
Dos Señoras charlando:
- ¡Le he puesto a mi hijo gafas!
- ¡Qué nombre más feo!, ¿no?
Dos amigas tomando café:
- Oye, ¿qué es de Pilar?
- ¿Depilar?, quitarse los pelos de las piernas.
En un concurso internacional de nombres cortos llegan a la final un chino, un japonés
y un español.
Comienza el chino y dice:
- Mi nombre es «O».
Interviene el japonés:
- En ese caso yo soy el vencedor porque mi nombre es «Casio» (casi «O»).
Por último dice el español:
- Yo me llamo Nicasio (ni casi «O»).
En la calle grita un señor:
- ¡Socorro!
Otro señor que pasaba por allí le dice:
- ¿Puedo ayudarle en algo?
- No, estaba llamando a mi mujer que se llama Socorro.
(Enviado por Lara González Guerrero)
- ¡Vaya fortuna que ha hecho Henry Ford con los coches!
- Pues anda que su hermano Roque Ford con los quesos.
- Yo me llamo Bartolo, pero mi mujer me llama Bartolomé.
- Yo me llamo Paco, pero mi mujer me llama «pa' comé».
- ¿Cómo te llamas?
- Yo, Pablo, ¿y tú?
- Yo, Bienvenido.
- ¡Igual que el felpudo de mi vecina!
- ¿Cómo te llamas?
- Unos me llaman Teo y otros Doro.
- Entonces te llamas Teodoro.
- No, me llamo Doroteo.
- Por favor, ¿me puede decir cuál es la Calle Mayor?
- No lo sé. Nunca las he medido.
- Por favor, ¿la Calle Sagasta?
- Si la pisa mucho...
Se encuentran dos amigos y le dice uno al otro:
- ¿Puedo confiarte un secreto?
- Por supuesto, somos amigos.
- Necesito 6.000 euros.
- Tranquilo, como si no me hubieses dicho nada.
Se encuentran dos amigos y le dice uno al otro:
- Estoy en un apuro, ¿puedes prestarme 6.000 euros?
- Lo siento, pero no llevo nada de dinero encima.
- ¿Y en casa?
- Todos bien, gracias.
Se encuentran dos amigos y le dice uno al otro:
- He soñado que ganaba 20 millones de euros como mi padre.
- ¿Tu padre ganó 20 millones de euros?
- No, también lo sueña.
- He venido corriendo detrás del autobús y me he ahorrado dos euros.
- Si hubieras venido corriendo detrás de un taxi te habrías ahorrado
veinte euros.
- Oye, perdona, pero me debes 6.000 euros.
- Te perdono, te perdono.
(Enviado por Silvia Galera Esteban)
- ¿Quieres que te cuente un chiste al revés?
- Sí.
- Empieza a reírte.
- ¿Te he contado el chiste de estadísticas?
- Probablemente...
De un árbol lleno de manzanas se cae una. Las que quedan en el árbol empiezan a reírse y la
manzana que está en el suelo les dice:
- No os riáis, ¡inmaduras!
- Hace un mes planté zanahorias y ¿qué crees qué salieron?
- Zanahorias.
- No, salieron los conejos y se las comieron.
Un tomatito le dice a un huevito:
- Cuando sea mayor voy a ser un tomatón.
Y el huevito se puso a llorar.
Un tomatito y una tomatita están cruzando la calle y un coche atropella al tomatito. La
tomatita pregunta al tomatito:
- ¿Qué te hicieron?
- Ketchup.
- Es triste envejecer solo, yo sigo cumpliendo años y mi mujer hace diez que no cumple ninguno.
Le dice una amiga a otra:
- Mi marido quiere que demos la vuelta al mundo, pero yo preferiría ir a otro sitio.
- ¿Papá tú por qué te casaste con mamá?
- Hijo mío, tú también te lo preguntas.
- Papá, ¿cuesta mucho casarse?
- Hijo mío, yo todavía lo estoy pagando.
- Señora, ¡dígale a su hijo que deje de imitarme!
- Niño, deja de hacer el tonto.
(Enviado por José Ameneiros)
- Me paso el día trabajando mientras tu holgazaneas, ¿no conoces la fábula de la cigarra
y la hormiga?
- Sí, pero no está bien que la recite mientras tu trabajas.
Una señora pregunta al carpintero:
- ¿Me podría hacer una mesita de noche?
- Lo siento, señora, de noche no trabajo.
- Oye, ¿tú de dónde eres?
- De Madeira.
- ¡Igual que Pinocho!
Dos sabios mantienen la siguiente conversación:
- Estoy trabajando en un nuevo invento, un aparato llamado «astravarius».
- ¿Para qué sirve?
- No lo sé, todavía no lo he terminado.
Dos amigos hablan de caza mayor:
- ¡Qué emocionante debe ser disparar a un tigre y ver que cae muerto!
- Sí,... pero más emocionante debe ser disparar a un tigre y ver que no cae muerto.
- La humanidad progresa, desde tiempos inmemoriales mis antepasados cultivaron esta
tierra, pero nuestra profesión ha ido cambiando, mi abuelo era campesino, mi padre labrador y yo soy agricultor.
- ¿Y su hijo qué será?
- Ingeniero agrónomo.
- Ayer me compré un reloj.
- ¿De bolsillo?
- No, de pulsera.
- ¿Qué modelo?
- Automático.
- ¿Qué marca?
- La hora.
- ¿Qué coche tienes?
- ¡Ritmo!
- Qué-co-che-tie-nes.
- ¿Eres tonto o qué?
- Soy o qué.
Entra un señor en una tienda de alpargatas:
- Muy buenas, ¿tiene alpargatas?
- Muy buenas.
- Muy buenas, ¿tiene alpargatas?
En una puerta discuten dos caballeros:
- ¡Yo no cedo el paso a un imbécil!
El otro replica, apartándose:
- Pues yo sí.
- ¿Cómo está tu hijo pequeño?
- Hace tres meses que anda.
- ¡Huy!, pues ya debe estar muy lejos.
- Mi padre es trapecista.
- ¿Trabaja en el circo?
- No, vende trapos.
Dos parados se encuentran en la calle:
- Sabes que he encontrado trabajo.
- ¡Qué suerte! y... ¿dónde?
- En Santiago.
- Santiago y... ¿de qué?
- De Compostela.
Un señor tiene que jugar una partida de ajedrez con un ciego, le propone:
- Como usted no puede ver le concedo ventaja.
- No, jugaremos en igualdad de condiciones.
- Está bien, ¿cuándo?
- La noche que usted quiera.
Dos amigos se encuentran y le dice uno al otro:
- El pasado fin de semana estuve en la Plaza de España de Barcelona y
había por lo menos cien mil palomas.
- ¿Mensajeras?
- No, no te exagero.
Una madre y un hijo conversan:
- ¿Por qué le gustas a esa chica?
- Porque le parezco guapo, inteligente y fuerte.
- ¿Y ella por qué te gusta a ti?
- Porque le parezco guapo, inteligente y fuerte.
Dice un señor a otro:
- ¿Te gustan los toros?
- Sí
- ¡Pues tienes el mismo gusto que las vacas!
Un señor entra en una librería y le pregunta al librero:
- ¿Tienen algo de Hemingway?
- Sí, «El viejo y el mar».
- Pues déme... «El mar».
Una chica le dice a otra:
- ¿Sabías que estoy loca por las telenovelas?
Y la amiga le responde:
- Sabía que estabas loca, pero no la causa.
(Enviado por Daniel Moya, 9 años, de Santiago de Chile)
- ¿Usted, de dónde es?
- De Río.
- ¡Anda!, como los cangrejos.
(Enviado por A. Faro)
En la zapatería pregunta el dependiente:
- ¿Qué número tiene de pie?
- El mismo que sentado.
Le dice Paco a su amigo Pepe que es muy tartamudo:
- ¿Por qué no vas a una escuela de tartamudos?
- ¿Y para qué?,... ¡si tartamudeo muy bien!
Una pareja contempla la puesta de sol y la chica le dice al chico:
- Cariño, ¡no sé qué sería el tiempo sin ti!
- Sería «empo» -contesta él.
- Si yo pongo un plato encima de la mesa y mi mujer lo aparta,
¿quién está más loco de los dos?
- Yo, porque yo loco loco, y mi mujer loquita.