En los párrafos siguientes hay veintidós palabras escondidas, todas son nombres propios de varón. No hay hipocorísticos. Búsquelas. Si no las encuentra pídanos la solución.
Surcar los mares sin equipaje, susurrar amores imposibles... aquel día que me hablaste de tu poesía lució como nunca el ángel de tu rostro. Nada, ni nadie podría hacerte renunciar a la alegría que te impregna, que da vida a las frágiles palabras que surgen sin cesar de tu alma melancólica. Si no expresaras la armonía que invade todo tu ser, te consumirías en el lodo negro de la tristeza. Cuanto más lejos envíes tus sentimientos más enriquecedor será el perfecto regalo de las musas. Te imagino recostada en tu diván favorito, recreando versos, soñando despierta con nuevas metáforas que luego esconderás en el rincón más íntimo de tu armario. Con tus poemas y tus modestos ripios... ¡qué feliz eres Isabel!
En los párrafos siguientes hay diecisiete palabras escondidas, todas son nombres propios femeninos. No hay hipocorísticos. Búsquelas. Si no las encuentra pídanos la solución.
El enamorado Mariano, natural de Andalucía y su jefe Juan Andrés, natural de Galicia, ya no hablan cada mañana de la crisis económica. Sus análisis financieros agravaron la inestable situación. Como Mariano se siente valiente ha decidido regresar a su pueblo para empezar aquel interesante negocio que siempre había soñado. Quiere ser feliz.