La
retina es el tejido nervioso que recubre la parte posterior del ojo. Sobre
ella se forman las imágenes que nos dan la sensación de visión. Está
constituida por unas células especialmente sensibles a la luz denominadas
conos y bastoncillos. La retina está conectada al cerebro por medio del
nervio óptico. El punto en el que este se une a la retina se denomina punto
ciego por carecer de células fotosensibles.
Normalmente
no percibimos el punto ciego ya que al ver un objeto con ambos ojos la parte
del mismo que incide sobre el punto ciego de uno de ellos, incide sobre una
zona sensible del otro. Si cerramos un ojo tampoco seremos conscientes de la
existencia del punto ciego debido a que el cerebro normalmente nos engaña y
completa la parte que falta de la imagen. Esta es la razón de que no fuese
conocida la existencia del punto ciego hasta el siglo XVII.
Un experimento para comprobar su existencia
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En una cartulina dibuja una cruz y un círculo como se ve
en la siguiente figura:
- Sitúa la cartulina a unos 20 centímetros del ojo
derecho.
- Cierra el izquierdo, mira la cruz con el ojo derecho
y acerca lentamente la cartulina.
- Llegará un momento en que el círculo desaparezca
del campo de visión. En este momento su imagen se forma sobre el punto
ciego.
- Al seguir acercando la cartulina, el círculo vuelve
a aparecer.
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experimentos
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