Me podéis llamar Doña Tuba.
Hola hijitos. ¡Claro!, alguien tiene que poner un poco de orden entre estas cabezas locas... y os aseguro que lo consigo. Con mi voz ninguno de los amiguetes se atrevería a rechistar, ni ese engreído de Clari. Pero yo prefiero tocar con ellos melodías hermosas. ¿A que sí? |
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