El Burro
Flautista
Tomás
de Iriarte
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Cerca de
unos prados
que hay en mi lugar,
pasaba un borrico
por casualidad.
Una flauta
en ellos
halló, que un zagal
se dejó olvidada
por casualidad.
Acercóse
a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
«iOh!»,
dijo el borrico,
«¡qué bien sé tocar!
¡y dirán que es mala
la música asnal!»
Sin
regla del arte,
borriquitos hay
que una vez aciertan
por casualidad.
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El león
y la zorra
Félix
María Samaniego
Un león,
en otro tiempo poderoso,
ya viejo y achacoso,
en vano perseguía hambriento y fiero
al mamón becerrillo y al cordero,
que, trepando por la áspera montaña,
huían libremente de su saña.
Afligido
del hambre a par de muerte,
discurrió su remedio de esta suerte:
Hace correr la voz de que se hallaba
enfermo en su palacio y deseaba
ser de los animales visitado.
Acudieron
algunos de contado:
mas como el grave mal que le postraba
era un hambre voraz, tan sólo usaba
la receta exquisita
de engullirse al Monsieur de la visita.
El león
la divisa, y al momento
le dice: "¡Ven acá;
pues que me siento
en el último instante de mi vida!
Visítame, como otros, mi querida."
"¿Cómo
otro? ¡Ah, señor! He conocido
que entraron sí, pero que no han salido.
¡Mirad, mirad la huella,
bien claro lo dice ella!
Y no es bien el entrar do no se sale."
La prudente
cautela mucho vale.
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