Seguro que sabes que cuando viajamos hacia el Norte o hacia el Sur cambia el clima, vamos a ver en este apartado que esto es debido a los cambios en el camino  que hace el Sol sobre el horizonte.

- ¿Qué ocurriría si viajáramos hacia el Norte?

Si nos trasladamos al Círculo Polar Artico, a 63,5º de latitud, el día del solsticio de verano el Sol no llega a ponerse y a  medianoche está en el horizonte norte. Es el llamado Sol de medianoche. También hay un día en que el Sol no aparece por encima del horizonte, el día del solsticio de invierno.

Un poco más arriba, en los lugares que se encuentran más al Norte del Círculo Polar Artico hay varios días al año en que el Sol no se pone. Como puedes ver en la figura esto ocurre unos días antes y después del solsticio de verano. Igualmente hay también un número de días en los que el Sol no aparece por encima del horizonte.

Finalmente, cuando llegásemos al Polo Norte veríamos que el Sol no se pone durante seis meses seguidos. En el  equinoccio de primavera describe un círculo a la altura del horizonte, en el solsticio de verano el círculo  alcanza la máxima altura sobre el horizonte y en el equinoccio de otoño vuelve a estar a ras del horizonte. Durante los otros seis meses se encuentra invisible por debajo del horizonte.

- ¿Qué ocurriría si viajáramos hacia el Norte?

Si nos trasladamos hasta el trópico de Cancer (23,5º N)  se observa el Sol  a una altura de 90º (sobre el cenit) una sola vez al año: el solsticio de verano. En las latitudes mayores, por ejemplo en Europa, esto no ocurre nunca.

Un poco más abajo, en latitudes menores, el Sol se encuentra dos veces al año sobre el cenit, unos días antes y después del solsticio de verano.

Al llegar al ecuador nos encontraríamos que la duración del día es la misma durante todo el año, dura siempre 12 horas. Allí la trayectoria del Sol es siempre perpendicular al horizonte.

Durante la mitad del año el gnomon proyecta su sombra al mediodía hacia el Sur y durante la otra mitad hacia el norte. Durante los equinoccios al mediodía no proyecta sombra, ya que el Sol se encuentra exactamente en el zenit.