Sin embargo, la clasificación más útil es la que los musicólogos alemanes
Erich von Hornbostel y Curt Sachs proponen en 1914, en su obra titulada
Systematik der Musikinstrumente (Sistemática de los instrumentos musicales), que permite clasificar a todos los instrumentos (no solo los de la orquesta) agrupándolos según la naturaleza del material que, al vibrar, produce el sonido.
En esta clasificación los instrumentos se dividen en cuatro grupos: idiófonos, membranófonos, cordófonos y aerófonos. Posteriormente se agregó un nuevo grupo,
el de los electrófonos, ya que a comienzos de siglo aún no existía este tipo de instrumentos. Dentro de cada una de estas categorías, también se pueden
establecer subcategorías dependiendo de la acción a través de la cual se produce
el
sonido.