Sin el oxígeno del aire los
seres vivos se morirían. Gracias a la respiración
los seres vivos obtienen la energía que
necesitan para mantenerse vivos. Tanto las
plantas como los animales, durante toda
su vida y tanto de día como de noche necesitan
consumir y respirar oxígeno del aire. A
cambio, éstos desprenden dióxido de carbono
(CO2).
Las plantas se fabrican su
alimento mediante la fotosíntesis,
usan la energía del sol, el dióxido de carbono
del aire y agua y sales del suelo. Las plantas
en este proceso desprenden oxígeno y así
enriquecen la atmósfera de este preciado
gas puesto que liberan mucho más del que
consumen al respirar.
El nitrógeno sin embargo aunque
está presente en la atmósfera y entra en
nuestros pulmones no sirve para nada.
El nitrógeno necesario para la vida se obtiene
del suelo.