Presentación
En esta primera práctica vamos a situarnos ante
la tarea global que nos proponemos realizar y a intentar anticipar hasta qué punto
la experiencia que planteamos puede influir en el aprendizaje, la motivación,
la disposición hacia el trabajo, la interacción, etc. de nuestro alumnado,
partiendo para ello del conocimiento que tenemos de los
materiales didácticos del Proyecto Biosfera.
Cualquier experiencia didáctica de cierto calado y duración requiere una planificación,
y así ha de ser con la que vamos a realizar con este curso,
probablemente novedosa para muchos de los participantes en cuanto al
entorno en el que la enseñanza se desarrolla y quizá también en cuanto a
los procesos, a los roles respectivos y a los métodos aplicados..., en relación
a los habituales en las clases tradicionales.
En general, la metodología que se utiliza en una clase basada en materiales didácticos del Proyecto Biosfera es eminentemente activa y descentralizada, pues la interacción entre el usuario, el ordenador y los materiales marca ahora las pautas.
El alumnado ya no escucha directamente las explicaciones colectivas del profesorado durante buena parte de las sesiones de clase, sino que ahora ha de aprovechar los recursos de aprendizaje que se le ofrecen sobre la pantalla e interactuar con la misma en el intento de resolver los ejercicios y las tareas que se le proponen a lo largo de una secuencia relativamente amplia de actividades. Si los materiales didácticos están bien concebidos, muchas de las funciones antes administradas por el profesorado se transfieren a los materiales didácticos y a la interacción del alumnado con los mismos.
Esta dinámica de clase otorga mayor
protagonismo al
alumnado. En la metodología tradicional se puede establecer
una comunicación profesorado-alumnado que enriquece el flujo de conocimiento
entre ambos, pero el esfuerzo
para propiciar ese flujo
parte casi siempre de la iniciativa del profesorado. En la nueva
situación, por el contrario,
se requiere un mayor esfuerzo
y responsabilidad por parte del alumnadp, el cual ha de administrar los
medios de aprendizaje que el material pone a su disposición.
También podrá presentar la información oportuna que le ayude a realizar los nuevos intentos contando con mayor instrucción. Además, cada alumno podrá ahora trabajar a su propio ritmo y repasar conceptos o insistir más en unos que en otros, según sus posibilidades o necesidades. Sin duda, desde este planteamiento se atiende mejor a la diversidad del alumnado, cabiendo contemplar recorridos alternativos distintos, incluyendo la posibilidad de prever algunas actividades más avanzadas para los alumnos que concluyan las tareas de forma más rápida que el resto del grupo, así como otras de refuerzo para los que muestren dificultad en el aprendizaje.