MODELO DE COMENTARIO: “Sentéme al cabo del poyo...”, de El Lazarillo de Tormes
El texto seleccionado pertenece a la novela El Lazarillo de Tormes, perteneciente al género de la novela picaresca. Aunque este género tiene su momento de auge en el siglo XVII, El Lazarillo ha sido considerada la primera novela de este género, si bien no se dan en ella todas las características del mismo. En El Lazarillo, no obstante, aparecen los rasgos fundamentales siguientes:
Como comprobaremos en el texto que comentamos, podemos afirmar que El Lazarillo cumple las características fundamentales señaladas, a excepción de las que se producen en la picaresca barroca. A saber:
En definitiva, la intención del autor fue dar categoría literaria a la vida de un insignificante personaje, lo que cual le permite poner de manifiesto su visión antiheroica del mundo y, al mismo tiempo, hacer la crítica de la sociedad, fundamentalmente de la nobleza y el clero. El autor se manifiesta contrario a ideas y costumbres de la época, motivo por el cual, quizá, no dio a conocer su nombre y la obra ha llegado anónima hasta nosotros. La novela se divide en siete tratados de diferente longitud como corresponde a la importancia relativa de su contenido. El Tratado 1º narra la niñez de Lázaro y su aprendizaje con el ciego; el 2º cuenta el episodio del clérigo avariento, en el que sigue la evolución psicológica del personaje; el 3º, es el episodio del escudero, donde Lázaro aprende que la gloria se basa en la mera apariencia; los tratados 4º y 6º son meramente episódicos y solo presentan nuevos amos; el 5º es el episodio del buldero y en el aprende que con mentiras y astucias se puede llevar una vida holgada; por último, en el 7º Lázaro llega a lo que considera “la cumbre de toda buena fortuna”, afirmación irónica porque a lo único que ha llegado es a ser pregonero de vinos en Toledo y criado de un capellán con cuya protegida se casa. La novela termina, pues, con el cierre de la evolución psicológica del personaje, que comenzó siendo un niño ingenuo y termina en ser un hombre conformado con su suerte. El fragmento que comentamos pertenece al tratado 3º, en el que sirve a un escudero que no tiene absolutamente nada y el criado tiene que alimentarlo, procurando no herir su dignidad. Corresponde a uno de los momentos más conmovedores de la novela: A Lázaro le han regalado una uña de vaca y algunas tripas cocidas que reparte con su amo. Al ver la altanería y, a la vez, el hambre de éste, el muchacho se lamenta de su desventurado amor, preocupado siempre por aparentar una condición que no posee. Podemos considerar que el texto trata el tema de la fraternidad humana como motivo novelesco. En cuanto a la estructura interna de fragmento, este se divide en tres partes:
Un análisis de los elementos narrativos no lleva a ver un narrador en 1ª persona, que es el propio Lázaro, de ahí su carácter autobiográfico. Los dos personajes que aparecen son Lázaro y el escudero y nos son descritos a través de una caracterización indirecta, es decir, la información que sobre ellos recibimosse consigue a través de sus actos y de lo que dicen. El primero se compadece de su desventurado amo, y al que no quiere herir en su dignidad. El segundo se muestra ridículo, intentando disimular su hambre, revoloteando en torno al criado y buscando al alabanza para atraerle y que le dé de comer. Los dos están perfectamente caracterizados por su forma de actuar y Lázaro, además, nos transmite su pensamiento acerca del momento que se narra. El espacio en que se desarrolla lo relatado es un lugar cerrado, en el ámbito de la casa del amo. Los hechos se desarrollan en un tiempo pasado, anterior al momento en que el narrador se encuentra y transcurren en un orden lineal. Por lo que se refiere a la técnica y estilo, es claramente visible el uso del diálogo, dando al fragmento un carácter casi teatral. Se observan muchos recursos: palabras con doble sentido (“Póngole en las uñas la otra”) para dar cuenta del hambre del amo; repeticiones (sentí / sentía; pasado / pasaba; ayudarle /ayudaba); comparaciones (como había de él; y no hay faisán que así sepa); ironía y burla (“la muy buena que tú tienes te hace parecer la mía hermosa”); hipérbole /”que no habrá a quien no convide con su sabor”); paronomasia (“como comencé a comer”. El diálogo ágil junto con los recursos descritos hacen del fragmento un pasaje de gran plasticidad y de fácil recreación en la mente del lector. Por otra parte, el lenguaje es llano, sin afectación alguna, como corresponde al siglo XVI. En esta sencillez elaborada reside en gran parte el atractivo de la obra. Por último, y a modo de conclusión, diremos que la evidente crítica social que se desprende del libro, y de este fragmento también, justifica el deliberado propósito del autor de permanecer en el anonimato. Los personajes y el ambiente de el texto, al igual que el que aparece en toda la obra, corresponde con un mundo de marginados sociales. En la actualidad existen también personas que por diversos motivos viven al margen de la sociedad. Su forma de vida, comportamiento, aspiraciones, causas de su marginación, etc. han dado lugar también a obras importantes de nuestra literatura. Aquí, vemos como el Lázaro da muestras con su comportamiento de esa evolución de la que hablábamos anteriormente, según la cual conoce las miserias de su amo y actúa en consecuencia. En cuanto al estilo utilizado, encaja en la mentalidad renacentista, basada en la sencillez alejada de toda artificiosidad, que aparecerá en el siglo siguiente. |