Antonio Pérez (1540-1611). Hijo de Gonzalo Pérez, también Secretario Real de Felipe II, le fueron encomendados por el Monarca los asuntos italianos. Acabó ganándose la voluntad de la Monarquía hasta que ésta le retiró su apoyo al serle atribuida la muerte del secretario de don Juan de Austria, Juan de Escobedo. Éste habia sido convertido previamente en el hombre de confianza enviado como Secretario de don Juan de Austria, Gobernador General en los Países Bajos, con el propósido de controlarlo. Pero los intereses de Escobedo viraron hacia don Juan de Austria y pronto dejó de ser un confidente. Durante una visita a Madrid fue asesinado previo convencimiento del monarca por Antonio Pérez de estar Escobedo tras una trama de traición a don Juan de Austria. Sería juzgado de asesinato y de traición a la Corona. Su huída estuvo dirigida a la Corona de Aragón, donde fue acogido por el Justicia Mayor. Felipe II saldría al frente utilizando la potestad del Tribunal de la Santa Inquisición para su apresamiento. Finalmente el acusado logró huir del territorio español; unos años más tarde moriría en París sin la obtención del perdón de la Corona.