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NOBLEZA
Y MONARQUÍA. ENTENDIMIENTO Y RIVALIDAD.
EL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DE LA CORONA ESPAÑOLA. |
Este libro es una nueva edición de una obra clásica
del profesor Suárez, Nobleza y monarquía, que ha reescrito
con ánimo de incorporar las nuevas investigaciones que sobre
el tema han salido en los últimos años. Suárez
examina escrupulosamente el periodo entre las dos guerras que permitieron
cambiar el rumbo de la dinastía castellana, al abrir las puertas
del poder a dos personajes que de otro modo no lo hubieran conseguido.
Enrique II de Trastamara desposeyó del poder a su hermano Pedro
I en la guerra que finalizó en 1369, e Isabel la Católica
arrebató el poder a su sobrina Juana la Beltraneja en la guerra
civil que terminó en 1479.
La obra examina la política del primero de los Trastamara,
que concede las "mercedes enriqueñas" a los nobles
como una forma de sostenimiento de la monarquía. Se procede
durante este reinado a un cambio fundamental en la nobleza: desaparecen
los viejos linajes, y surge una nobleza nueva, entre la que destacan
los parientes del rey.
El análisis de las estrategias de control y poder utilizadas
por los monarcas a partir de Enrique II, y el examen minucioso del
laberinto de intereses de los nobles que peleaban por conseguir
las mayores cotas de poder y riqueza, hacen de esta obra un instrumento
imprescindible para conocer esa maraña de estrategias que
complicó el panorama político de los reyes Trastamara,
muy especialmente desde la minoría de edad de Enrique III,
y en los reinados de Juan II y Enrique IV. Fue durante el reinado
de Juan II cuando se ve la participación de personajes tan
famosos como los infantes de Aragón o D. álvaro de
Luna.
Luis Suárez está convencido de la importancia de
esta época como forjadora de los valores de la unidad de
España, al llegar la dinastía Trastamara a reinar
en las dos coronas, Castilla y Aragón. A pesar de los nuevos
estudios que dice incorporar en esta reescritura de su obra, Suárez
no ha debido encontrar nada que le permita cambiar su idea de la
unidad de España ya en estos tiempos bajomedievales. Esto
lleva a pensar que hay partes que no ha reescrito, y buena muestra
de ellos es lo que dice en la página 30: "La revolución
de 1366 se definió a sí misma como esencialmente aristocrática.
Es difícil entenderlo desde nuestras coordenadas actuales
empeñadas en buscar en todas partes luchas de clases".
Lo que es difícil es mantener esa afirmación en el
año 2003.
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