La picaresca y sus causas
La aparición de la literatura picaresca está relacionada con la situación social de una parte de la población española de la época.
Las continuas guerras que mantiene España y la conquista de América hace que en nuestro país abunden los soldados y aventureros inválidos o empobrecidos. Estas personas llevan una vida inestable y sin trabajo fijo. Eran holgazanes y despreciaban el trabajo manual que consideraban humillante.
Acostumbrados a correr peligros en la guerra, las pequeñas aventuras para conseguir comida les parecían un riesgo sin importancia.
Al reflejarse esta situación en la literatura se crea la figura del pícaro.
El pícaro
El Lazarillo de Tormes
En 1554, durante el reinado de Carlos I, se publicó esta novela de autor desconocido con el nombre de "La vida del Lazarillo de Tormes de sus fortunas y adversidades". Su protagonista no es una persona importante por su origen o sus hazañas; sino una persona insignificante que pertenece a la clase social más baja. Esto llamó poderosamente la atención en su época; pues estaban habituados a leer novelas en las que los protagonistas eran de las clases sociales más privilegiadas y se movían en mundos totalmente irreales.
La obra
A lo largo de los siete capítulos (tratados) que forman la novela, Lázaro nos cuenta su miserable vida: hijo de un ladrón y una lavandera, se queda huérfano de padre siendo muy niño. Al no poder mantenerlo, su madre se lo entrega a un ciego que será el primero de sus amos. Con el paso del tiempo servirá a otros muchos amos: un clérigo avariento, un escudero, un fraile de la Merced, un alguacil, etc.; hasta que finalmente se casa con la criada y protegida de un capellán de Toledo que le ayuda a conseguir el "honroso" oficio de pregonero y que le es infiel. La novela termina con la irónica afirmación que el protagonista hace de haber tenido mucha suerte en la vida.
Finalidad y estilo
El autor aprovecha la ocasión para criticar a los estamentos sociales dominantes, principalmente a la nobleza y al clero. Ofrece una visión realista del mundo a través de un lenguaje sencillo y llano, como corresponde a la lengua hablada en la época por la gente del pueblo.
Textos
Lázaro y el ciego Un famoso pasaje del Lazarillo, que muestra el intercambio de tretas y ardides entre el protagonista y su amo, un ciego al que conduce y ayuda. |
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Usaba
poner cabe sí un jarrillo de vino, cuando comíamos, y
yo muy de presto le asía y daba un par de besos
callados, y tornábale a su lugar. Mas duróme poco, que
en los tragos conocía la falta y, por reservar su vino a
salvo, nunca después desamparaba el jarro, antes lo
tenía por el asa asido. Mas no había piedra imán que
así atrajese a sí como yo con una paja larga de centeno
que para aquel menester tenía hecha, la cual,
metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino, lo
dejaba a buenas noches. Mas, como fuese el traidor tan
astuto, pienso que me sintió, y dende en adelante mudó
propósito y asentaba su jarro entre las piernas y
tapábale con la mano, y así bebía seguro. Yo, que estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sutil, y delicadamente, con una delgada tortilla de cera, taparlo. Y al tiempo de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos, y al calor de ella, luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía, que maldita la gota que se perdía. Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada. Espantábase, maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qué podía ser. -No diréis, tío, que os lo bebo yo -decía-, pues no le quitáis de la mano. Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que halló la fuente y cayó en la burla; mas así lo disimuló como si no lo hubiera sentido. Y luego otro día, teniendo yo rezumando mi jarro como solía, no pensando el daño que me estaba aparejado ni que el mal ciego me sentía, sentéme como solía; estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego que ahora tenía tiempo de tomar de mí venganza, y con todas sus fuerzas alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, lo dejó caer sobre mi boca ayudándose, como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lázaro, que de nada de esto se guardaba, antes, como otras veces, estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo que en él hay, me había caído encima. Fue tal el golpecillo que me desatinó y sacó el sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas partes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy me quedé. Desde aquella hora quise mal al mal ciego y, aunque me quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había holgado del cruel castigo. Lavóme con vino las roturas que con los pedazos del jarro me había hecho, y, sonriéndose decía: -¿Qué te parece, Lázaro? Lo que te enfermó te sana y da salud. |
1ª.- Lee el texto perteneciente al Lazarillo de Tormes que va a continuación. Utiliza el diccionario si no entiendes alguna palabra.
En este
tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual,
pareciéndole que yo servía para adestrarle,
me pidió a mi madre y ella me encomendó a él,
diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual,
por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves
y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que
mi padre y que le rogaba me tratase bien y mirase por
mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo. Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí, y cuando nos hubimos de partir yo fui a ver a mi madre, y ambos llorando, me dio su bendición y dijo: -Hijo, ya sé que no te veré más. Procura ser bueno y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto: válete por ti. Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba. Salimos de Salamanca y, llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal y, allí puesto, me dijo: -Lázaro, llega el oído a este animal y oirás gran ruido dentro de él. Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome: -Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo. Y rió mucho la burla. Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que como niño dormido estaba. Díjeme entre mí: "Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo voy, y pensar cómo me sepa valer." Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza. Como me viese de buen ingenio, holgábase mucho y decía: -Yo oro ni plata no te puedo dar; mas avisos para vivir muchos te mostraré. Y fuese así: que después de Dios, éste me dio la vida, y siendo ciego me alumbró y adestró en la carrera de vivir. |
Vocabulario:
Adestrarle: servirle de guía.
Gelves: batalla en la isla de Gelves que está frente a Túnez.
Par de la piedra: junto a la piedra.
Jerigonza: lenguaje especial.
Holgábase: se alegraba.
1a.- Responde a las siguientes preguntas sobre la obra.
¿Cuál es el nombre completo de la obra? | |
¿Quién fue su autor? | |
¿En qué año se publicó la primera vez? | |
¿A qué género pertenece? | |
¿Qué tipo de obra es el Lazarillo? | |
¿Por qué recibe el nombre de picaresca? |
1b.- Escribe un resumen breve del texto "Lázaro comienza su aprendizaje".
1c.- Cuenta la primera prueba a la que el ciego somete a Lázaro. Escribe lo que opina Lázaro.
1d.- Escribe las dos palabras que marcan el comienzo y las dos que indican el final de las dos partes en las que se divide el texto.
Partes | Principio | Final |
1ª | ||
2ª |
1e.- Explica el significado de las expresiones.
Expresiones | Significado |
Mi nuevo y viejo amo. | |
Siendo ciego me alumbró. |