Lázaro se despide de su familia y de su casa para irse de guía con un ciego. Aunque éste le ha prometido a su madre que lo va a tratar bien, al salir de Salamanca le gasta una broma pesada, con la excusa de que tiene que aprender a valerse por él mismo. Lázaro se da cuenta de que está solo en el mundo y que debe aprender a defenderse.