El ejército del rey don Rodrigo era vencido por los musulmanes. El rey se aleja del campo de batalla tan herido y cansado que daba pena verlo. Sube a un otero desde donde ve el campo de batalla ensangrentado y lleno de muertos. Llorando de tristeza se lamenta de que había tenido poder y riquezas y lo había perdido todo. Acaba pidiendo que se lo lleve la muerte.