Julio: - ¡Qué sorpresa, Dña. Marisa! ¡Cuánto tiempo hace que no la veía!
Marisa: - Tiene usted razón. No lo veo desde el verano.
Julio: - ¿Es que le ha ocurrido algo?
Marisa: - Sí. Me caí por la escalera y me rompí una pierna.
Julio: - Lo siento. De haberlo sabido la hubiera visitado. ¿Quiere usted que la ayude con los paquetes?
Marisa: - Pues sí. Se lo agradezco. Usted siempre tan amable.