Ya lo dice el refrán: "De dinero y
santidad, la mitad de la mitad".
O este otro, también muy bueno:
"Dime de qué presumes y te diré de qué careces".
Moraleja:
No te envanezcas ni presumas jamás de nada. Si tienes buenas cualidades,
la sencillez las agigantará a los ojos de los demás.