La simple compra en un
supermercado no quiere decir que sea inocua. Hay una
cantidad sorprendente de tóxicos en casa, escondidos en
artículos tan diversos como los limpiadores de hornos o
los cosméticos. Representan un peligro, no solamente
para ti y tu familia cuando los usan, sino también para
el ambiente cuando los tiran y cuando los fabrican.
Lo que hace especialmente
insidiosos estos productos es el gasto dinero destinados
cada año a convencernos de que son necesarios y de que
enriquecen nuestras vidas, cuando en realidad son
peligrosos.
Felizmente hay muchas
alternativas económicas fáciles de usar con las que
puedes sustituir los productos comerciales comunes. Sólo
hace falta un poco de trabajo
detectivesco para averiguar que productos es
necesario reemplazar.
¿Sabías qué?
Si en la etiqueta no
aparecen ingredientes tóxicos, esto no quiere decir que
el artículo esté libre de ellos. La administración no
obliga a los fabricantes a indicar en la etiqueta todos
los componentes del artículo mientras no violen las
normas oficiales.
Lamar a un producto no
tóxico puede ser falso. Los fabricantes pueden poner la
etiqueta que no es tóxico sencillamente porque cumplen
la reglamentación oficial. Esto puede querer decir que
si mueren la mitad de los animales de laboratorio, a las
dos semanas de estar expuestos al producto mediante su
ingestión o inhalación, pueden calificar el producto de
no tóxico.
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