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Actividad de lectura
LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZ (3ª Parte)
Un día, muy de mañana, la reina salió a dar un paseo por el campo. Estaba amaneciendo cuando, en una viña, vio a un joven que entonaba una alegre canción mientras realizaba un duro trabajo.
- Buenos días, majestad –saludó el campesino, muy sorprendido por aquella visita.
- Dime, campesino, ¿no te gustaría dejar este trabajo tan sufrido? Podrías cambiar de vida y…
- ¡Oh, no, majestad! No deseo cambiar mi vida. Soy muy feliz en el campo, trabajando al aire libre…
La reina se dio cuenta de que había encontrado, por fin, a la persona que estaba buscando. ¡Un hombre completamente feliz!
- Escucha, joven, ¿puedo pedirte un favor?
- ¡Por supuesto! Si puedo, lo haré de todo corazón.
- Necesito que me des tu camisa –pidió la reina.
- Es que… Verá, señora, yo no tengo ninguna camisa… Sólo tengo esta vieja chaqueta –balbuceó el joven mientras se despojaba de la prenda y se la tendía a la soberana-.
¡El hombre feliz ni siquiera tenía una camisa!
Sin salir de su asombro, la reina cogió la chaqueta pensando que quizá también serviría, porque pertenecía a un hombre que era realmente feliz.
1.- ¿A quién encontró la reina dando un paseo por el campo?
Al príncipe
Al anciano
A un campesino
A un rico
2.- Aproximadamente, ¿a qué hora salió la reina a dar un paseo?
11 horas
16 horas
20 horas
7 horas
3.- Dice el texto: “...un joven que entonaba una alegre canción...”. La palabra subrayada la podríamos cambiar por:
decía
gritaba
tronaba
cantaba
4.- ¿Verdadero o falso?
- El joven esperaba la visita
- La visita sorprendió al joven
- El joven estaba triste
- El joven trabajaba en un trigal
5.- ¿El joven le dio la camisa a la reina?
¿Por qué?
6.- La reina le hace dos preguntas al joven campesino. Cópialas aquí:
-
-
7.- Identifica qué frase resume mejor lo que el cuento nos quiere enseñar.
El príncipe era un joven triste y de aire desdichado.
El dinero y las posesiones no dan la felicidad.
Un día, muy de mañana, la reina salió a dar un paseo por el campo.
Un día se presentó en la corte un anciano.
8.- ¡El hombre feliz ni siquiera tenía una camisa! Comenta qué te parece esta frase de la lectura.