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Actividad de lectura

UNA MAÑANA EN EL MERCADO  

       Aquel día de verano, como hacía calor y había muchas gente, Rosita tenía ganas de visitar a los vendedores de fruta, y fue desde el puesto de bacalao y aceitunas, al camión de los melones y las sandías. Había un hombre y dos chicos, y no paraban de pesar frutas y acarrear sandías arriba y abajo.

- ¡Pruébela, pruébela! ¡Es dulce como la miel!

Y daban una tajada de sandía a las señoras.

Como Rosita estaba acostumbrada a meterse en los puestos pasando entre las patas de las mesas, entró también en el de la fruta en un momento en el que el hombre subía al camión a buscar más sandías. Rosita sonreía y, de puntillas, miraba dentro del camión.

- ¿Qué buscas aquí, niña? ¿Te has perdido?

Rosita negaba con la cabeza, y el mechón de cabellos con la goma azul y roja le bailaba sobre la frente.

- ¿Quieres ver el camión por dentro? Venga, que te subo.

¡Ya está! Mira, ésta es mi casa. ¡Paco, toma la sandía más grande para aquel señor¡

Comprueba si has comprendido

1.- ¿Cómo se llama la niña de esta historia?

2.- ¿A quién tenía ganas de visitar Rosita?

  

3.- ¿En qué época del año ocurrió este relato?

En primavera

En otoño

En verano

En invierno


4.- ¿A dónde fue Rosita desde el puesto de las aceitunas?

5.- ¿Quiénes pesaban y acarreaban las frutas?

6.- ¿A quiénes daban una tajada de sandía?

7.- ¿Crees que es bueno comer fruta diariamente?   Razona tu respuesta.

  

Ejercicios para tu cuaderno

8.- Haz una lista de cosas que se puedan comprar en un mercado.

9.- Estas frutas se están pregonando ellas mismas (por ejemplo: ¡Soy dulce como la miel!). Colorea las frutas, ponle su nombre y completa tú sus pregones.