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El perro avaricioso

Fedro

 

Un perro, atravesando un río con un pedazo de carne en la boca, vio en el espejo de las aguas reflejada su imagen.

Creyendo que era otro perro que llevaba otra presa, quiso quitársela, pero engañado por su codicia, se quedó sin la comida que tenía en la boca y no pudo obtener la que deseaba.

(con razón pierde lo propio, el que desea lo ajeno)

 

los puercoespinesel ratón de campo y el ratón de ciudad

fábulas literarias

 

Mª Lourdes García Jiménez