www.doslourdes.net

La zorra y la cigüeña

La Fontaine

 

Sintiéndose un día muy generosa,

invitó doña zorra a cenar a doña cigüeña.

La comida fue breve y sin mayores preparativos.

La astuta raposa, por su mejor menú,

tenía un caldo ralo, pues vivía pobremente,

y se lo presentó a la cigüeña servido en

un plato poco profundo.

Esta no pudo probar ni un sólo sorbo,

debido a su largo pico.

La zorra en cambio,

lo lamió todo en un instante.

Para vengarse de esa burla,

decidió la cigüeña invitar a doña zorra.

-- Encantada -- dijo --,

yo no soy protocolaria con mis amistades.

Llegada la hora corrió a casa de la cigüeña,

encontrando la cena servida

y con un apetito del que nunca están escasas

las señoras zorras.

El olorcito de la carne, partida en finos pedazos,

la entusiasmó aún más.

Pero para su desdicha, la encontró servida

en una copa de cuello alto

y de estrecha boca, por el cual pasaba

perfectamente el pico de doña cigüeña,

pero el hocico de doña zorra,

como era de mayor medida,

no alcanzó a tocar nada,

ni con la punta de la lengua.

Así, doña zorra tuvo que marcharse en ayunas,

toda avergonzada y engañada,

con las orejas gachas y apretando su cola.

Para vosotros escribo, embusteros:

¡ Esperad la misma suerte !

No engañes a otros,

pues bien conocen tus debilidades

y te harán pagar tu daño en la forma

que más te afectará.

el chico,el mulo y el gatoel lírio 1

fábulas literarias

 

Mª Lourdes García Jiménez