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Los gatos escrupulosos

Samaniego

 

 

¡Qué dolor!

por un descuido

Micifuf y Zapirón

Se comieron un capón,

En un asador metido.

Después de haberse lamido,

Trataron en conferencia

Si obrarían con prudencia

En comerse el asador.

¿Le comieron?

No señor.

Era caso de conciencia.

el pato y la serpienteel cuadro del burro

fábulas literarias

Mª Lourdes García Jiménez