Fundamentación del proyecto

   “El escándalo de la educación es que, cada vez que enseñamos algo, privamos al alumno del placer    del descubrimiento”

                                                                                                     Seymour Papert

                           

        Aunque la lectura no aparece como contenido en los diseños curriculares oficiales hasta la    Educación Primaria, los niños pueden aprender a leer cuando su madurez y desarrollo neurológico lo    permita. Desde los tres años se puede desarrollar un programa de aprendizaje temprano de la lectura y    la escritura que permita que cada niño-a, según su ritmo personal de aprendizaje, aprenda a leer    comprensivamente y a escribir. Este proyecto tiene un marcado carácter preventivo de las dificultades    de aprendizaje ligadas a la deficiente lectura comprensiva.

 

             Hay que respetar siempre el ritmo de aprendizaje de cada niño, sin forzar ni retrasar el    aprendizaje de la lectura y se estimulará el desarrollo temprano de las aptitudes que propician e    inciden en la lectura y en la escritura como son la percepción visual o auditiva, la organización        espacio-temporal,  la destreza manual, etc.

            Si los niños reciben una estimulación adecuada y abundante pronto estarán en condiciones de    leer.

            Ayudaremos a los niños-as a conocer la escritura y a utilizarla. La escritura manual necesita una    coordinación visomotora y un desarrollo de la motricidad fina que se alcanza hacia los cinco o seis    años. Antes de esa edad, sin embargo, el niño puede escribir en el teclado de un ordenador, por    ejemplo, y puede realizar todo un trabajo previo que le permita escribir tan pronto como le sea posible.

            La adquisición del lenguaje se realiza esencialmente por: "impregnación”, imitación y repetición.    En este sentido, los cuentos y las canciones infantiles así como los juegos de lenguaje, los    trabalenguas y las adivinanzas, desempeñan un papel esencial en este programa. Con estas    actividades los niños van adquiriendo una articulación más clara, una mayor memoria y una mayor    comprensión verbal.

            Las necesidades culturales de los alumnos-as se modifican continuamente por tanto se deben    variar los contenidos básicos, adecuando el currículo escolar a las nuevas realidades sociales y    culturales.

            Consideramos fundamental el valor educativo de la nuevas tecnologías, porque presentan un    innegable atractivo para el niño-niña dadas las características de los programas multimedia que se    encuentran en el mercado destinados a la educación.

            Por todo esto es necesario incorporar al sistema educativo contenidos que hasta el presente se    ofrecían fuera de él, que son reclamados por la sociedad, y que prepararán a los alumnos-as para vivir    su papel de ciudadanos activos.