El genial pintor holandés M. C. Escher, en su viaje a España en 1936 visita la Alhambra y queda fascinado por la belleza de sus mosaicos. Inspirado en los mosaicos nazaríes, Escher da un paso más: utiliza motivos frecuentemente de un animal y logra mediante los movimientos descritos rellenar el plano. Una de sus obras más conocidas, "reptiles" en la que el autor juega con la transición del plano al espacio de forma magistral, contiene en su parte central uno de estos mosaicos.
Las siguientes imágenes muestran con algo más de detalle las técnicas utilizadas por Escher para teselar.
El genial pintor, no solo compuso bellos mosaicos que rellenan el plano, mediante giros traslaciones y simetrías. Además, aplicando homotecias (figuras semejantes de distinto tamaño) a sus motivos consigue mosaicos circulares como los que se muestran a continuación.
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