¿Y
CÓMO LO LLAMAMOS? ¿Sabes
qué es el diente de león? ¿Y la achicoria
amarga? ¿O el amargón? Los tres nombres
corresponden a la misma planta. Aquí hemos
recogido tres nombres, pero quizá en tu
población tenga otro distinto. ¿Qué
nombre le ponemos?
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Hace
ya tiempo, en el siglo XVIII, un
médico sueco, Karl Von Linné, más
conocido como Linneo, se planteó este
mismo problema. Las plantas y los
animales que conocía recibían
distintos nombres en distintas
regiones de su país. Cuando quería
hablar de alguna especie con otros
científicos no sabía cómo referirse
a ella. Por ello, ideó un sistema que
en la actualidad se denomina nomenclatura
binomial. Consiste en asignar a
las distintas especies un nombre
formado por dos palabras. El primer
nombre se empieza a escribir con
mayúscula y nos informa del género
al que pertenece el individuo que se
nombra. El segundo nombre se escribe
con minúscula y nos informa de alguna
característica del propio individuo.
Estos dos nombres se resaltan del
resto de las palabras porque tienen
una estructura latina, a la vez que se
suelen escribir en letra cursiva, o
subrayados. |
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Por ejemplo, el gorríon lo
nombraríamos como Passer domesticus,
el pulpo, como Octopus vulgaris, o el
pino canario, como Pinus canarensis.
Pero, como en todas las cosas, podemos
encontrar raras excepciones. Un científico
inglés se tomó la nomenclatura binomial
con un extraño sentido del humor. Cuando un
investigador descubre una especie que no ha
sido clasificada con anterioridad tiene el
honor de ponerle nombre. Este investigador
inglés puso nombre a varias especies de
pulgones, chinches y gorgojos utilizando la
terminación "chisme", que daba el
aspecto de tener raíces griegas, pero
que en inglés se pronuncia "kiss
me" (bésame). Este sufijo lo completaba
con un nombre de mujer. Así, resultaron
nombres de especies tan poco típicos como Polychisme, Peggychisme, Dolychisme y
Ohchisme.
Actividad
de investigación. Biografía de Celestino
Mutis
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Contiene vídeo
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