Y ya estás en la calle, prisionero
en un mundo de voces y de ruidos,
en un mundo de sueños confundidos
en un fiero murmullo de avispero.
Una malla de penas y de acero,
de motores, de risas y de olvidos,
de pasiones oscuras y sentidos
teje un furtivo, impávido hilandero.
Caminas entre fieras dentelladas,
entre máscaras acres y colmillos,
entre cruentas tormentas disfrazadas,
entre zapatos de fugaces brillos
que sostienen al aire levantadas
feroces procesiones de cuchillos.
Estás ahora en medio de la calle,
en medio de los otros, tus hermanos,
en un gran hervidero de caínes,
en un gran río de apagado llanto.
Pero estás solo, solo entre los otros
como en el bosque solo se halla el árbol.
Solo contigo, con tus sueños solo,
con tu egoísmo solo entre los brazos,
caminas hacia nadie y siempre pasas
como un viento invisible sobre el páramo.
Ellos también van solos. Todos hacia
la soledad más pura caminamos.
MORALES, Rafael: La calle.
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La protagonista de esta unidad didáctica
es la ciudad. En la literatura, a la hora de situar la
acción, los escritores han recreado las urbes más diversas:
reales, fantásticas, entrañables, infernales, alegres,
lluviosas, acogedoras, solitarias... Y ninguna de ellas existe
más que en la imaginación del artista, son fruto de
ensoñaciones febriles desahogadas sobre el papel en blanco y
que invitan al lector a pasear vívidamente por entornos tan
fabulosos que parecen auténticos.
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