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Guerra de los Balcanes
A pesar del poco tiempo transcurrido desde los sucesivos conflictos que han llevado a la desmembración de la antigua Yugoslavia, el cine ha dado cuenta de los enfrentamientos bélicos y de los nacionalismos excluyentes. En bastantes casos, la guerra -en realidad, las guerras- es un telón de fondo para reflexiones de mayor calado sobre el pasado de crímenes, persecuciones, irreconciliables diferencias religiosas y étnicas, etc. (La mirada de Ulises, Antes de la lluvia, Idaho Potato). Hay alegatos pacifistas que muestran las sinrazones de cualquier solución bélica, como la magnífica En tierra de nadie, cuyo mensaje trasciende el ámbito de los Balcanes para hacer universal la crítica al belicismo, o Savior, un filme que apuesta por la convivencia de musulmanes y cristianos y de las tres comunidades de la antigua república de Bosnia-Herzegovina. Otras perspectivas son las que muestran el horror y la destrucción (El círculo perfecto), las que se sumergen en el pasado para interpretar el presente (Underground) o las que insisten en la presencia de extranjeros, sean periodistas convertidos en testigos de la limpieza étnica y del horror de la guerra (Territorio comanche, Las flores de Harrison, Bienvenido a Sarajevo), norteamericanos que justifican su intervención (Tras la línea enemiga) o fuerzas españolas de las Naciones Unidas cuyo papel resulta ambiguo (Guerreros).
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