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Primera Guerra Mundial
El marco histórico de la Gran Guerra ha servido para clásicos del cine bélico que combinan la aventura y el drama humano con un talante humanista -La patrulla perdida, las diferentes versiones de Adiós a las armas o El gran desfile- y para relatos que subrayan la necesidad de reconciliación (La gran ilusión, Cuatro de infantería). También se ubican en ese marco tres de los filmes más radicalmente pacifistas de todos los tiempos (Senderos de gloria, Johnny cogió su fusil y Rey y patria), a los que habría que añadir La vida y nada más y Hombres contra la guerra, que contrastan con la intervencionista El sargento York, rodada durante la Segunda Guerra Mundial, con lo que queda patente su propósito, y con las visiones romáticas del conflicto (Alas, El séptimo cielo).
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