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Política
La ambición del poder se encuentra ejemplificada desde la literatura clásica en la figura de Macbeth en filmes que llevan este nombre, en otras versiones (Trono de sangre, Campanadas a medianoche) y en modernizaciones o en personajes que se inspiran en ella, como los de Orson Welles de Ciudadano Kane, El cuarto mandamiento y Sed de mal. De la misma estirpe son otros títulos como El gatopardo o La herencia Ferramonti. Historias de lucha por el poder -social, económico- están presentes en la cubana Un hombre de éxito, en la intriga Love and Money, el melodrama negro Ruthless, la capriana Vive como quieras o la parábola antinazi Mephisto.
En el cine clásico norteamericano destacan las parábolas políticas de Frank Capra con un espíritu regeneracionista (Caballero sin espada, El estado de la Unión, Juan Nadie) o las escritas por Preston Sturges (The Great McGinty, Poder y gloria) y otras obras como The Senator Was Indiscret, Ligeramente escarlata, sólidos relatos de corrupción como El político -uno de los títulos más interesantes de todo este ciclo- o A Lion Is in the Streets, al margen de obras con tratamiento amable sobre las carreras políticas (Un destino de mujer), en clave de cine negro (La llave de cristal) o de intriga (El mensajero del miedo, El último testigo).
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