Ten en cuenta que esta solución no es la única sino una orientación para que aprecies cómo se puede hacer.
Ideas | Texto para aprender |
El cable | En 1870, el buque británico «Challenger» comenzó la exploración sistemática del fondo Atlántico. Para medir su profundidad, utilizaban una enorme sonda, que era un cable de 6 kilómetros de largo con un peso en su extremo. La introducían en el agua hasta que tocara fondo y luego medían la longitud sumergida. Pero el procedimiento resultaba enormemente lento y laborioso. |
El "sonar" | Más tarde, los científicos descubrieron que, lanzando sonidos contra un objeto, éstos se reflejaban volviendo al punto de partida. Así, en 1922, construyeron el «sonar», que era un aparato que se instalaba en el barco y emitía ondas sonoras muy agudas contra el fondo del mar. Al reflejarse en el fondo, su eco volvía al aparato y medía la profundidad según el tiempo transcurrido. Según sea el eco, puede saberse si el objeto con que las ondas han chocado es un fondo de roca, (con lo que se averigua la profundidad), o un banco de peces (lo que es muy útil para los barcos de pesca) o un objeto metálico (lo que sirve para localizar buques hundidos). |
Hawai y Everest | Con el «sonar» se ha descubierto que el suelo oceánico es mucho más accidentado que la superficie terrestre. Por ejemplo, la isla de Hawai es la cumbre de una montaña submarina de 9.900 metros de altura (más alta que el Everest). |
Cañones | Hay en el fondo del mar «cañones» de centenares de kilómetros de longitud, parecidos al lecho de un río, y que, según algunos, son la continuación de ríos terrestres, existentes como tales en un tiempo en que el océano estaba a un nivel más bajo que hoy. |
Marianas | Hay profundos abismos o fosas marinas, como pozos inmensos en el fondo del océano; la más profunda es la de las islas Marianas, en el Pacífico, cerca de las islas Filipinas, fosa que tiene 11.263 metros. |