1.2. Acción narrativa. ESO

 

            Es una sucesión coherente de acontecimientos ligados entre sí y ordenados cronológicamente.

 

ESTRUCTURA DE LA ACCIÓN

            La estructura de la acción variará en función del objetivo que el narrador pretenda. La estructura más frecuente es la que organiza los acontecimientos en planteamiento, nudo y desenlace. Esta estructura básica puede transformarse alterando el orden lineal de los acontecimientos, dando así lugar a estructuras diferentes. A veces el narrador prescinde del desenlace y crea un relato de final abierto. Por ejemplo, el final de La busca, de Pío Baroja, en la que el protagonista simplemente reflexiona sobre su futuro:

 

Aquella transición del bullicio febril de la noche a la actividad serena y tranquila de la mañana hizo pensar a Manuel largamente.

Comprendía que eran las de los noctámbulos y las de los trabajadores vidas paralelas que no llegaban ni un momento a encontrarse. Para los unos, el placer, el vicio, y la noche; para los otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él debía ser de estos, de los que trabajan al sol, no de los que buscan el placer en la sombra.

 

Es posible modificar el orden cronológico, como hemos visto en algunos textos del apartado anterior, y narrar antes acontecimientos que han sucedido después. Así, hablamos de acciones

 

IN MEDIAS RES (En mitad del asunto.)

            Se comienza a narrar por el nudo, esto es, cuando el conflicto, el problema ya está planteado. Es el caso, por ejemplo, de este cuento de Juan José Arreola, titulado Autrui, que comienza así:

 

Lunes. Sigue la persecución sistemática de ese desconocido. Creo que se llama Autrui. No sé cuándo empezó a encarcelarme. Desde el principio de mi vida tal vez, sin que yo me diera cuenta. Tanto peor.

 

IN EXTREMA RES (Al final del asunto.)

            Se inicia el relato por el final de la historia. Así sucede en el cuento de William Faulkner, Una rosa para Emilia. Comienza con el funeral de la señorita Emilia Grierson, a continuación se cuenta la vida de este personaje para, finalmente, volver al funeral y al descubrimiento que se produce al curiosear en la casa de la difunta.

 

Cuando murió la señorita Emilia Grierson, casi toda la ciudad asistió a su funeral; los hombres, con esa especie de respetuosa devoción ante un monumento que desaparece; las mujeres, en su mayoría, animadas de un sentimiento de curiosidad por ver por dentro la casa en la que nadie había entrado en los últimos diez años, salvo un viejo sirviente, que hacía de cocinero y jardinero a la vez.

[…]

El negro recibió en la puerta principal a las primeras señoras que llegaron a la casa, las dejó entrar curioseándolo todo y hablando en voz baja, y desapareció. Atravesó la casa, salió por la puerta trasera y no se volvió a ver más. Las dos primas de la señorita Emilia llegaron inmediatamente, dispusieron el funeral para el día siguiente, y allá fue la ciudad entera a contemplar a la señorita Emilia yaciendo bajo montones de flores, y con el retrato a lápiz de su padre colocado sobre el ataúd, acompañada por las dos damas sibilantes y macabras.

 

                 


Actividades recomendadas:     1.3.1.1. Acción narrativa. Actividades